Prisma ODS Revista Científica Multidisciplinar
Volumen 4, Número 1 - Año 2025
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INTRODUCCIÓN
El uso de la bicicleta adquiere un papel preponderante como medio de transporte sostenible y
de movilidad activa, promovido principalmente por sus beneficios tanto para la salud, el
ambiente y la economía. En Bogotá-Colombia, la bicicleta se consolida como una solución
para movilizarse en la ciudad, sin embargo, su integración en el sistema de movilidad
presenta problemas significativos en materia de seguridad vial y personal.
Entre las problemáticas, se destacan los altos índices de hurto de bicicletas, los accidentes de
tránsito que involucran a ciclistas, y una percepción generalizada de inseguridad en las calles.
De acuerdo con el boletín mensual de diciembre de 2022 sobre indicadores de Seguridad y
Convivencia de la Alcaldía de Bogotá, se reportaron 8.724 casos de hurtos de bicicletas entre
enero y diciembre de 2022, lo que representa una reducción con respecto al año 2021, en el
que se registraron 9.623 casos. A pesar de esta disminución, las cifras evidencian una
inseguridad persistente para los ciclistas en la ciudad (Secretaría Distrital de Seguridad,
Convivencia y Justicia, 2022). Según la Secretaría Distrital de Movilidad (2022), el 63% de
los ciclistas en Bogotá no se sienten seguros al utilizar este medio de transporte, una cifra
alarmante que refleja la necesidad de intervenciones estratégicas.
A nivel internacional, ciudades líderes en movilidad sostenible han implementado medidas
innovadoras para mejorar la seguridad y el uso de la bicicleta. En Ámsterdam, los planes han
priorizado la reducción de espacios destinados al estacionamiento de vehículos, fortaleciendo
la infraestructura para bicicletas y aumentando las vías exclusivas para ciclistas, lo que ha
generado experiencias más seguras y eficientes. Utrecht, por su parte, ha incrementado
significativamente los espacios de estacionamiento para bicicletas, garantizando condiciones
adecuadas para su uso masivo. En Ámberes, se ha destacado la mejora de la conectividad de
las rutas ciclistas mediante semaforización optimizada, promoviendo un flujo continuo y
seguro (Copenhagenize Design Co., 2019). En Europa se han implementado modelos
exitosos de movilidad sostenible, apoyados en infraestructuras integrales, cultura vial y
políticas de seguridad como "Visión Cero" (Hassner, 2020). En América Latina, ciudades
como Buenos Aires (Paz, 2018) y Santiago de Chile han desarrollado sistemas de bicicletas
públicas y estrategias normativas para proteger a los ciclistas (Sinche & Zhinin, 2020).
En Bogotá, aunque se implementan iniciativas como las Rutas Seguras para Ciclistas
(Alcaldía Mayor de Bogotá, 2021) y la instalación de cicloparqueaderos vigilados, estas
medidas aún no logran un impacto significativo debido a la falta de una estructura gerencial