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Volumen 4, Número 2 - Año 2025
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PORTADA
(Elaborada por la revista)
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Logística de Recolección de Desecho de Aceite Motor en las
Empresas de Servicio Automotriz de los Mochis, Sinaloa
Waste Motor Oil Collection Logistics at Automotive Service Companies in Los
Mochis, Sinaloa
Gustavo Fabián Pérez Alvarez
fabian.perez@uas.edu.mx
https://orcid.org/0000-0001-9590-7518
Unidad Académica de Negocios - Universidad Autónoma de Sinaloa
Mexico
Jorge Eugenio de Jesús Mora Tordecillas
cpjmt@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6948-829X
Unidad Académica de Negocios - Universidad Autónoma de Sinaloa
Mexico
Miriam Aracely Pérez Barraza
miriam.perez@uas.edu.mx
https://orcid.org/0009-0002-0318-2244
Unidad Académica de Negocios - Universidad Autónoma de Sinaloa
Mexico
Artículo recibido: 29/11/2025
Aceptado para publicación: 31/12/2025
Conflictos de Intereses: Ninguno que declarar
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RESUMEN
El objetivo de este estudio fue analizar la logística inversa en la recolección de aceite
de motor usado en los talleres mecánicos de Los Mochis, Sinaloa, y su disposición para su
transformación en combustible. La hipótesis planteada sugería que una parte significativa del
aceite usado es recolectada y reutilizada o reciclada, pero sin un marco regulatorio adecuado.
La metodología utilizada fue mixta, combinando datos cuantitativos y cualitativos a través de
entrevistas realizadas a 18 talleres mecánicos de la ciudad. Las entrevistas fueron a los
propietarios y empleados y se abordaron prácticas de almacenamiento, venta y disposición
del aceite usado, además, se analizó la base de datos de la ENIGH 2021 para comparar
tendencias de consumo y prácticas de pago. Los resultados mostraron que el 90% de los
talleres venden el aceite usado a empresas externas, sin conocer los fines de su reciclaje o
transformación. Solo el 10% reutiliza el aceite, principalmente para engrase. Este hallazgo
destaca la falta de regulaciones claras y la necesidad de mejorar la gestión ambiental de estos
residuos.
Palabras clave: logística inversa, aceite de motor, talleres mecánicos
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ABSTRACT
The objective of this study was to analyze the reverse logistics of used engine oil
collection in mechanical workshops in Los Mochis, Sinaloa, and its disposal for
transformation into fuel. The hypothesis suggested that a significant portion of the used oil is
collected and either reused or recycled, but without an adequate regulatory framework. The
methodology was mixed, combining both quantitative and qualitative data through interviews
with 18 mechanical workshop owners and employees. The interviews addressed storage, sale,
and disposal practices of used oil. Additionally, the ENIGH 2021 database was analyzed to
compare consumption trends and payment practices. The results showed that 90% of the
workshops sell the used oil to external companies, without knowing the purpose of its
recycling or transformation. Only 10% reuse the oil, primarily for lubrication. This finding
highlights the lack of clear regulations and the urgent need to improve environmental
management of these waste materials.
Keywords: reverse logistics, engine oil, mechanical workshops
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INTRODUCCIÓN
La logística inversa, es un tópico esencial en la gestión de residuos, ha cobrado relevancia
debido a su capacidad para minimizar el efecto ambiental de los desechos generados por las
actividades humanas. En particular, la logística inversa aplicada al aceite de motor usado es
un tema clave en el ámbito de la gestión de residuos peligrosos. Este aceite es un subproducto
que, si no se maneja adecuadamente, puede tener efectos devastadores sobre los ecosistemas,
la calidad del agua y el suelo, debido a sus componentes contaminantes. A nivel global, se
estima que se generan millones de toneladas de aceite de motor usado cada año. Según la
EPA (2013), un galón de aceite usado puede contaminar hasta un millón de galones de agua,
lo que pone en evidencia la importancia de su correcta disposición.
En México, el aceite de motor de automóviles usado es un desecho que forma parte de las
regulaciones ambientales bajo la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los
Residuos. La cual establece que estos aceites son considerados residuos peligrosos debido a
su alto contenido de metales pesados, hidrocarburos y aditivos que pueden afectar la salud
humana y el ecosistema. Además, la Norma Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT-1993
detalla los procedimientos de manejo adecuado de estos residuos, que incluyen su
recolección, almacenamiento y disposición final. Sin embargo, en muchas partes del país,
especialmente en regiones fuera de los grandes centros urbanos, la implementación de estas
normativas sigue siendo insuficiente.
Los talleres mecánicos, como principales generadores de aceite de motor usado, juegan un
papel crucial en su recolección y disposición. Sin embargo, estudios previos indican que, en
muchas ocasiones, la disposición de este aceite se realiza sin los protocolos dispuestos por las
autoridades. En los talleres mecánicos de ciudades como Los Mochis, Sinaloa, la falta de
infraestructura adecuada y el desconocimiento de los procedimientos correctos de manejo de
residuos contribuyen a la ineficacia de la gestión del aceite usado. Según un estudio realizado
por Cabos (2014), los talleres de la ciudad suelen vender el aceite usado a intermediarios sin
saber a ciencia cierta el destino final de este material, lo que aumenta el riesgo de
contaminación.
La logística inversa aplicada al aceite de motor usado no solo tiene implicaciones en el
entorno ecológico, sino que también ofrece oportunidades económicas. El aceite usado, tras
ser tratado adecuadamente, puede ser reciclado y reutilizado en la fabricación de nuevos
aceites o incluso en la producción de combustibles alternativos. Según SIGAUS (2019), con
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3 litros de aceite usado es posible obtener 2 litros de aceite nuevo, lo que representa un ahorro
significativo en materias primas. Este tipo de procesos contribuye a la economía circular,
reduciendo la dependencia de recursos no renovables y disminuyendo la huella de carbono de
la industria petrolera.
Una parte fundamental del mantenimiento preventivo de un automóvil es el cambio de aceite,
que debe realizarse según las indicaciones del fabricante del vehículo, derivado de lo antes
expuesto cada año se generan cantidades enormes de aceite usado en talleres de reparación de
vehículos y en industrias de todo tipo, tanto en vehículos como en maquinaria.
El aceite usado es un residuo peligroso con un alto poder contaminante. Según la Agencia de
Protección Ambiental de los Estados Unidos (2013), un galón de aceite lubricante usado
contamina un millón de galones de agua, suficiente para satisfacer las necesidades de
cincuenta personas durante un año.
México produce cada año más de 325 millones de litros de aceite usado, provenientes de
motores de gasolina o diésel de automóviles y vehículos de transporte, según datos del
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC, 2012).
La contaminación por derrames provoca la degradación de los suelos, modificando sus
características físicas y químicas, ya que contienen hidrocarburos de diferente naturaleza
química: alifáticos, aromáticos y compuestos poli condensados, alterando la textura, el pH, la
conductividad y otros parámetros del suelo (Cabos, 2014).
En muchos talleres mecánicos de la ciudad, el aceite de motor usado se acumula sin un
control adecuado, sin ser reciclado ni almacenado de forma segura. Muchos talleres venden el
aceite a intermediarios sin conocer a ciencia cierta el destino final de este material, lo que
aumenta la probabilidad de que el aceite sea desechado inapropiadamente, sin que se
aproveche su potencial para su reciclaje o transformación en productos de valor. De acuerdo
con estudios previos (Manzanarez, 2016), una proporción significativa de los talleres
mecánicos desconoce las implicaciones ambientales del manejo inadecuado del aceite usado
y carece de la infraestructura necesaria para llevar a cabo una disposición adecuada.
Actualmente hay más de 25 centros de recuperación de aceite automotriz distribuidos por
toda la ciudad. Por lo tanto, se necesita un sistema de recolección de residuos capaz de llegar
tanto al concesionario más grande como al taller más pequeño en el vecindario más remoto
para gestionar el aceite usado.
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Este estudio es relevante porque proporciona información crucial sobre las prácticas actuales
de manejo del aceite de motor en Los Mochis, identificando las falencias y proponiendo
soluciones viables para mejorar la recolección, almacenamiento y reciclaje de este residuo.
Además, la opción de transformar el aceite usado en combustible ecológico ofrece una
alternativa sostenible, reduciendo la dependencia de recursos no renovables y contribuyendo
a la economía circular (Tacuri, 2019).
El objetivo principal de este estudio es analizar la logística inversa en los talleres mecánicos
de Los Mochis, Sinaloa, para identificar las prácticas de recolección, almacenamiento y
disposición del aceite de motor usado, así como proponer estrategias para su reciclaje y
reutilización, especialmente para la producción de combustible ecológico.
La hipótesis plantea que un porcentaje significativo de los talleres mecánicos en Los Mochis
no sigue las normativas ambientales para el manejo del aceite de motor usado. Aunque la
mayoría vende el aceite a empresas intermediarias, desconocen el destino final de este
residuo.
Marco teórico
En México, se encontró que los micro generadores del municipio de Ahome carecen de
alternativas de tratamiento para los residuos de aceite lubricante usado, por lo que se estima
un riesgo ambiental en la gestión de estos residuos debido a la falta de aplicación de
normativas en el lugar de generación y áreas circundantes, en relación con la disposición final
del residuo. Esta observación se debe al volumen generado, ya que el 71% permanece en el
lugar de generación sin aplicar ningún tratamiento para su reintegración a las cadenas
productivas, lo que predispone al residuo a un manejo inadecuado dentro y fuera de las
instalaciones (Manzanarez, 2016).
A continuación, se retoman los antecedentes históricos de la logística según Tacuri (2019) en
su artículo *Evolución de la logística a través del tiempo*:
• 1950: El enfoque de costos como estructura sistémica reveló que, para alcanzar el costo
total más bajo, no siempre es necesario eliminar una parte del proceso; lo importante es
aumentar la efectividad con la que se realizan las tareas para eliminar costos.
• 1955: Derivada de la demanda de los clientes por un mejor servicio, se mejoró el
desempeño logístico para aumentar la calidad y la velocidad de respuesta, permitiendo a las
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empresas posicionarse mejor y obtener una ventaja competitiva. Este nuevo concepto se
denominó equilibrio costo-servicio.
• 1965: Las empresas comenzaron a especializarse en logística, convirtiéndola en su única
actividad económica, lo que les permitió reducir costos. Esto incentivó a empresas cuyo
negocio principal no era la logística a subcontratar a estas empresas especializadas, ya que
representaba un costo menor que hacerlo por sí mismas. Esta era se caracterizó por la
subcontratación de organizaciones no especializadas en logística.
• 1970: La tercerización no fue suficiente; las unidades económicas necesitaban el concepto
de *justo a tiempo* para los pedidos, lo que significaba entregar la cantidad exacta, en el
momento exacto y en el lugar preciso. Esto permitió un control preciso de los materiales
necesarios, optimizando tiempo y recursos.
• 1985: El enfoque *justo a tiempo*, originalmente utilizado solo para el suministro, llegó al
consumidor final mediante entregas exactas en el lugar y momento necesarios, un concepto
llamado *respuesta rápida*. Esta estrategia eliminó los costos de mantener estantes de venta
y aumentó la diversificación ofrecida al consumidor final.
• 1995: El enfoque evolucionó a mejorar las relaciones con los clientes, distinguiendo a los
clientes estratégicos y mejorando las relaciones con proveedores, estableciendo alianzas. Esto
resultó en la inclusión de estos actores en la planificación estratégica de la empresa y la
importancia de la colaboración para enfrentar al mercado global.
• 2008: La planificación estratégica ya no solo abarcaba a clientes estratégicos y proveedores,
sino que se estableció una cadena de proveedores, productores y distribuidores que abarca
desde la recolección de materias primas hasta el consumidor final, utilizando no solo la
subcontratación y el *just in time*, sino desarrollando un compromiso de todos los
involucrados para generar producción económica con un valor agregado.
Como se puede observar, el concepto de logística ha evolucionado con el tiempo, y ahora, la
definición de una de las organizaciones más importantes especializadas en logística y gestión
de la cadena de suministro incluye los conceptos de "flujo directo e inverso", que se refieren
a la logística directa e inversa.
La logística directa es fácil de entender, ya que está relacionada con la logística tradicional,
donde se establece un flujo. En las empresas modernas, es cada vez más común recuperar
productos o materiales de los clientes, ya sea para recuperar valor o como servicios posventa.
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Este proceso inverso se denominó "Logística Inversa" hace años. Según Wassenhove (2003),
la logística inversa forma parte de una tendencia llamada "cadena de suministro inversa",
donde los fabricantes diseñan procesos eficientes para reutilizar sus productos. Al igual que
con el concepto de logística, y aunque lleva menos tiempo como concepto, también existen
múltiples definiciones, como "distribución inversa", "logística retro" o "logística de
recuperación y reciclaje".
La logística inversa consiste en el proceso de planificar, ejecutar y controlar la eficiencia y
efectividad del flujo de materias primas, inventario en proceso, productos terminados e
información relacionada, desde el punto de consumo hasta el punto de origen, con el fin de
recuperar valor o realizar una eliminación adecuada (Rogers & Tibben-Lembke, 1999).
La tecnología aplicada a la fabricación de lubricantes acompaña el desarrollo de motores cada
vez más sofisticados, potentes y complejos, por lo que existen amplias variedades y formas
de clasificación según la región geográfica, las propiedades y las recomendaciones del
fabricante del motor.
Finalmente, se definen los indicadores logísticos que permiten medir el proceso.
Cabos (2014) nos informa sobre un diseño de un plan de recolección y re-refinamiento o
regeneración de aceites lubricantes usados como disposición final, para permitir una gestión
integral y prevenir la contaminación ambiental y el impacto en la salud. Para ello, se realizó
un análisis de la situación actual del manejo de lubricantes usados en la ciudad, con visitas a
los establecimientos donde se genera este residuo para obtener una base de datos con
nombres, direcciones y volumen generado.
En su trabajo de investigación, Bellido (2018) evaluó la contaminación del suelo producida
por residuos de hidrocarburos generados en talleres mecánicos automotrices ubicadas en la
vía expresa del distrito de San Jerónimo-Cusco, y propone buenas prácticas ambientales.
Explica que, según los resultados del análisis de las propiedades fisicoquímicas de las tres
zonas estudiadas, los suelos presentan colores que varían de negro a marrón en la escala
Munsell, el porcentaje de humedad es variable, siendo la zona 2 la que reporta mayor
cantidad (3.56% a 10.12%), lo que está relacionado con la clase textural de los suelos, que va
de arenoso a arena limosa, un comportamiento debido a la presencia de hidrocarburos, ya que
este tipo de compuesto causa cambios importantes en los valores de arena, limo y arcilla. La
densidad real está en un rango de 2.01 a 2.27 g/cm³, por encima del valor óptimo de 1.20 a
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1.70 g/cm³; sin embargo, la densidad aparente en la zona 1 disminuye a 1.52 g/cm³ y en las
zonas 2 y 3 aumenta a 1.68 g/cm³. La porosidad de los suelos está entre 36.52% y 46.72%,
porcentajes que califican los suelos como de baja calidad.
En cuanto a las propiedades químicas, son suelos con un pH ligeramente básico entre 7.28 y
8.20 en la zona 1. La capacidad de intercambio catiónico muestra una variación irregular
hasta 10 meq/100 en la zona 1, 9.90 meq/100 en la zona 2 y 8.40 meq/100 en la zona 3,
variaciones relacionadas con el efecto de adsorción de hidrocarburos. La conductividad
eléctrica en la zona 2 varía de 5.12 a 11.46 dS/m, mientras que en las zonas 1 y 3 es menor a
2 dS/m, con efectos de salinidad nulos o casi nulos. El porcentaje de materia orgánica alcanza
valores altos de hasta 17.39%, comparado con el contenido en suelos normales de 2 a 2.5%,
resultado relevante al que se sumaría la materia petrogénica (hidrocarburos).
La presencia de hidrocarburos en los suelos estudiados se determinó mediante cromatografía
de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS). Los resultados de los cromatogramas
muestran 2-metilnaftaleno, n-pentadecano, 5-propiltridecano, n-heptadecano, 2,6,10,14-
tetrametilpentadecano, ciclopentadecano, n-tetratriacontano y n-heptaeicosano como
compuestos probables.
METODOLOGÍA
El método descriptivo se utiliza principalmente para "observar y detallar las características de
un fenómeno, sin intervenir o modificar las variables" (Hernández, Fernández, & Baptista,
2014), por lo que se busca documentar las prácticas actuales de manejo del aceite usado y
explicar los factores que influyen en estas prácticas. A través del análisis de las entrevistas y
el análisis de bases de datos (ENIGH 2021), se examina cómo se lleva a cabo la recolección y
disposición del aceite y se identifican las oportunidades y desafíos asociados con la
implementación de un sistema de logística inversa eficiente. Además, se busca medir el grado
de conocimiento de los talleres sobre las normativas y las alternativas sostenibles como el
reciclaje del aceite.
El enfoque mixto en la investigación "implica la recolección y análisis de datos tanto
cuantitativos como cualitativos en una misma investigación, con el fin de abordar los
problemas de investigación desde diferentes perspectivas (Creswell, 2014). Esto se llevó a
cabo abordando a los propietarios y empleados de los talleres mecánicos y preguntándoles
sobre el manejo del aceite de motor usado, además de utilizar base de datos ENIGH 2021. El
propósito es obtener una visión integral de las prácticas actuales de recolección, disposición y
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reciclaje de este residuo, así como de la disposición para implementar soluciones de logística
inversa.
Para Kerlinger (2002), el alcance de la investigación es el grado de generalización de los
resultados de la investigación y la profundidad con que se aborda el problema de estudio.
Este estudio es limitado a la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, donde se investigará la gestión
del aceite de motor usado en los talleres mecánicos locales. La investigación se centrará en un
número representativo de talleres de la ciudad, para obtener una muestra suficiente que
permita extrapolar los resultados a una mayor parte de la población. La duración del estudio
será de seis meses, durante los cuales se llevará a cabo la recolección de datos, el análisis de
los mismos y la redacción del informe final.
Para la recolección de datos, se utilizarán dos técnicas principales:
• Entrevistas Semi-Estructuradas: Se realizarán 18 entrevistas semiestructuradas con los
propietarios y empleados de los talleres mecánicos en Los Mochis. Esta técnica
permitirá obtener información cualitativa sobre las prácticas actuales de manejo del
aceite usado, las percepciones sobre la logística inversa y la disposición a adoptar
nuevas prácticas de reciclaje. Las entrevistas se llevarán a cabo de manera presencial
y, en algunos casos, a través de videollamadas, dependiendo de la disponibilidad y
ubicación de los participantes. Las preguntas se centrarán en la recolección del aceite,
las dificultades que enfrentan para su disposición, y el conocimiento sobre las
normativas y alternativas de reciclaje.
• Estudio de panel: permite analizar los mismos elementos o unidades de observación
durante un período de tiempo, lo que resulta crucial para observar la evolución de las
tendencias de consumo de aceites y lubricantes en los años 2016, 2018 y 2020. Esta
metodología permite no solo observar el comportamiento de las variables a lo largo
del tiempo, sino también controlar efectos específicos que puedan existir entre las
regiones y los hogares de México, Sinaloa y Ahome.
El experimento consistirá en el análisis de los procesos de manejo de aceite usado en los
talleres mecánicos de Los Mochis. Se llevará a cabo en dos fases:
• Fase de Recolección de Datos: En esta fase se realizarán las entrevistas y base de
datos del ENIGH 2020 para obtener una comprensión detallada de las prácticas
actuales de manejo de aceite usado. Los datos cualitativos se analizarán utilizando el
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análisis de contenido para identificar patrones y temas comunes, mientras que los
datos cuantitativos se analizarán mediante estadísticas descriptivas (frecuencias y
tendencias) para medir la prevalencia de las prácticas observadas.
• Fase de Análisis de Resultados: Tras la recolección de los datos, se analizarán los
resultados para identificar las áreas en las que los talleres no cumplen con las
normativas ambientales y las posibles soluciones para mejorar el manejo del aceite
además de elaborar gráficas de barras para visualizar las ventas en pesos corrientes y
precios constantes a lo largo de los años, y para ver el comportamiento de los métodos
de pago.
RESULTADOS
Para presentar los resultados de las entrevistas, se elaboró la siguiente tabla comparativa
donde se pueden observar 18 talleres en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, que fueron
seleccionados como muestra de investigación.
Tabla 1. Proceso de recolección y venta de aceite quemado en talleres mecánicos de Los
Mochis
Pregun
ta
¿Qué
haces
con el
aceite
de
motor
(quema
do)?
¿Cómo
lo
almacen
as antes
de
venderlo
?
¿Cuánto
tiempo
lo
recolect
as antes
de
venderlo
?
¿Aproximad
amente
cuántos litros
vendes?
¿Nombre
de la
empresa
dónde lo
vendes?
¿A
cuánto
lo
vendes?
¿Cuánto
tiempo
llevas
vendién
dolo?
¿Sabes
para qué
lo
utilizan
los
comprad
ores?
Taller
1
(Miran
da)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
1,000
litros
1 mes
200 L
Se
desconoc
e
$300
pesos
Siempre
lo han
vendido
Se
desconoc
e
Taller
2
(Acuña
)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
2 mes
100 L
Se
desconoc
e
Informa
ción no
revelada
3 años
Se
desconoc
e
Taller
3
(Niebla
s)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
2 mes
100 L
Se
desconoc
e
$350
pesos
Siempre
lo han
vendido
Lo
refinan
para
hacer
aceite
más
barato
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Taller
4
(P. C.)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
200 L
Se
desconoc
e
Informa
ción no
revelada
Lo
descono
cen
Se
desconoc
e
Taller
5
(Bande
ras)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En
galones
de 40
litros
2 mes
40 L
Se
desconoc
e
$800
pesos
Siempre
lo han
vendido
Se
recicla
Taller
6
(Roca)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
200 L
Se
desconoc
e
$400
pesos
Lo
descono
cen
Se
recicla
Taller
7
(Multi)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
250 L
Se
desconoc
e
$350
pesos
Lo
descono
cen
Lo usan
para
hacer
combusti
ble
Taller
8
(Anaya
)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
800 L
Se
desconoc
e
Informa
ción no
revelada
Lo
descono
cen
Lo
revenden
Taller
9
(Tiang)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
200 L
Se
desconoc
e
Informa
ción no
revelada
Lo
descono
cen
Se
desconoc
e
Taller
10
(Rena)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
300 L
Cofames
a
Informa
ción no
revelada
5 años
Se
recicla
Taller
11
(Ley)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
200 L
Se
desconoc
e
$350
pesos
4 años
Se
recicla y
lo usan
para
producir
cartón
negro
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Taller
12
(Morro
)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
250 L
Se
desconoc
e
$400
pesos
10 años
Se
desconoc
e
Taller
13
(Cerca)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
200 L
SEMAR
NAT
Informa
ción no
revelada
Lo
descono
cen
Se
desconoc
e
Taller
14
(Capa)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
100 L
SEMAR
NAT
$400
pesos
9 años
Se
recicla
Taller
15
(Jhon)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
cubetasr
de 20
litros
1/2 mes
36 L
Se
desconoc
e
$100
pesos
años
Lo
utilizan
para
aceitar la
madera
Taller
16
(Bacho
)
Vende
a una
empres
a que lo
recoge
En un
contene
dor de
200
litros
1 mes
40 L
Se
desconoc
e
Se
descono
ce
Se
descono
ce
Se
desconoc
e
Taller
17
(Caray
)
Lo
reutiliz
a
No
especifi
cado
No
especifi
cado
No
especificado
Se
desconoc
e
Se
descono
ce
Se
descono
ce
Se usa
para
engranaj
es,
balatas,
cadenas,
etc.
Taller
18
(Mike)
Lo
reutiliz
a
No
especifi
cado
No
especifi
cado
No
especificado
Se
desconoc
e
Se
descono
ce
Se
descono
ce
Aceitar
cadenas
Fuente: Elaboración propia.
La tabla 1, proporciona una vista de las actividades de recolección, almacenamiento, venta y
reutilización del aceite de motor usado en diferentes talleres mecánicos. A continuación, se
ofrece un análisis detallado de las respuestas.
En su gran mayoría, los talleres venden el aceite a empresas intermediarias de recolección, lo
cual indica una dependencia de servicios externos para la disposición del residuo. En su
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minoría algunos talleres también reutilizan el aceite internamente para otros fines, como
lubricar engranajes, balatas o cadenas. Esto puede ser una alternativa ingeniosa en términos
económicos, pero también conlleva riesgos si no se gestionan adecuadamente los residuos.
Garfella Carsi (n.d.) destaca que "una sola gota de aceite puede contaminar hasta un millón
de galones de agua", lo que resalta la importancia de la correcta disposición de los residuos
de aceite usado.
La gran mayoría de los talleres almacena el aceite usado en contenedores de 200 litros, que
parece ser un estándar en la industria. Sin embargo, el Taller 5 (Banderas) almacena el aceite
en galones de 40 litros, lo que podría representar un desafío logístico al tratar con volúmenes
más grandes de aceite. Además, el Taller 15 (Jhon) almacena en cubetas de 20 litros, lo cual
limita considerablemente la eficiencia en el almacenamiento y recolección del aceite.
Todos los talleres recolectan el aceite durante un mes, excepto el Taller 15 (Jhon), que lo
recolecta en un periodo de medio mes, indicando que posiblemente este taller tiene menos
volumen de aceite para manejar o realiza una recolección más frecuente.
Los volúmenes de aceite vendidos varían considerablemente. Algunos talleres venden hasta
800 litros al mes (Taller 8), mientras que otros venden cantidades más pequeñas, como el
Taller 15 (Jhon) que solo vende 36 litros. La variabilidad en estos volúmenes podría depender
de la cantidad de aceite usado generado por cada taller y de la frecuencia con que se realiza el
mantenimiento de los vehículos.
Los talleres en su mayoría desconocen el nombre de las empresas a las que venden el aceite,
lo que sugiere una falta de transparencia en la cadena de disposición del aceite. Algunos
talleres mencionan que el aceite se recicla, mientras que otros indican que se utiliza para
producir productos como biodiesel, cartón negro o se revende. Esto adhiere con un estudio
realizado por Andrade Padilla (2015), en el Cantón Cañar, Ecuador, donde el 100% de los
talleres mecánicos encuestados desconocen el nombre de las empresas a las que venden el
aceite usado, lo que indica una falta de transparencia en la cadena de disposición del residuo.
Los precios varían considerablemente entre los talleres, con precios que oscilan entre los
$100 y $400 pesos, dependiendo de la cantidad de aceite y del acuerdo con el comprador. Los
talleres que venden a precios más bajos pueden estar vendiendo a intermediarios o empresas
que compran a granel, mientras que aquellos que venden a precios más altos podrían estar
vendiendo a compradores mayoristas o empresas de reciclaje especializadas.
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Los talleres que llevan más tiempo vendiendo el aceite (como el Taller 2 con 10 años de
experiencia) podrían haber establecido relaciones más estables con los compradores, mientras
que otros talleres han comenzado a vender recientemente o no tienen mucha información
sobre el proceso de venta, lo que refleja una falta de estandarización en las prácticas de venta.
El desconocimiento en su gran mayoría de los talleres acerca de la disposición final al aceite
usado es una constante, lo que podría generar preocupaciones sobre si el aceite está siendo
reciclado adecuadamente y conforme a las normativas medioambientales.
Tabla 2. Intermediarios en el proceso de recolección y venta de aceite quemado en talleres
mecánicos de Los Mochis
Pregunta
Respuesta
¿Qué haces con el
aceite de motor
(quemado)?
Lo recolectamos en contenedores después de cada cambio de aceite
que requieren las maquinarias. Los contenedores se llaman Totem y
tienen una capacidad de 1,000 litros.
¿Cuánto tiempo lo
recolectas antes de
venderlo?
Después de reunir todo el aceite de las maquinarias en el almacén,
realizo un recorrido por la ciudad de Los Mochis. En
aproximadamente 5 horas recojo el aceite en diferentes talleres
mecánicos y de motocicletas, pagándoles entre $0.50 y $1 peso por
litro de aceite recolectado.
¿Aproximadamente
cuántos litros
vendes?
1,500 litros.
¿Dónde lo vendes?
A plantas de biodiesel en Guasave, a equipos encargados de las
carreteras y a compradores minoristas.
¿A cuánto lo
vendes?
El precio varía dependiendo de si el comprador es mayorista o
minorista, generalmente se vende entre $5 y $3.50 pesos por litro.
¿Cuánto tiempo
llevas vendiendo
este aceite?
Aproximadamente 6 años.
¿Qué hacías antes
de vender el aceite?
Usaba el aceite para ponerlo en los postes peatonales como protección
contra polillas, el resto lo tiraba al suelo o en las alcantarillas.
¿Sabes para qué lo
utilizan los
compradores?
Los compradores del aceite quemado a quienes se lo vendo realizan
diferentes procesos con él: - Biodiesel. - Creación de fertilizantes a
base de cabeza y cáscara de camarón. - Asfalto para carreteras. -
Hojas de cartón negro.
Fuente: Elaboración propia.
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Los resultados de la entrevista revelan un sistema funcional de reciclaje de aceite de motor
usado en Los Mochis, con el aceite siendo reciclado y vendido para su reutilización en
biodiesel, fertilizantes, asfalto, y cartón negro. Sin embargo, el entrevistado también señala
que, en el pasado, el aceite fue gestionado de manera inadecuada, lo que generaba impactos
negativos en el medio ambiente. La transición hacia la venta del aceite para su reciclaje
refleja un cambio positivo hacia prácticas más sostenibles y eco amigables. Los compradores
del aceite usado lo emplean para varios procesos, entre ellos la producción de biodiesel,
creación de fertilizantes y fabricación de asfalto. La investigación realizada por Manzanarez
Jiménez (2012), observó que muchos talleres mecánicos desconocen las normativas
ambientales y carecen de prácticas adecuadas para el manejo de aceites usados, Este contraste
sugiere que, aunque algunas regiones han avanzado en la implementación de prácticas
sostenibles en la gestión del aceite usado, otras aún enfrentan desafíos significativos en
términos de conciencia ambiental y cumplimiento de normativas.
Figura 1. Consumo Nacional de Aceites y Lubricantes 2016 – 2020. Preparado con base en
(ENIGH, 2021)
Fuente: Elaboración propia, con base al ENIGH
A partir de los datos proporcionados en la tabla, se puede identificar una tendencia en el
consumo de aceites y lubricantes en México entre 2016 y 2020. A continuación, se detallan
los aspectos clave que definen esta tendencia:
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A lo largo de estos periodos (2016, 2018 y 2020), el efectivo sigue siendo el método de pago
predominante para la compra de lubricantes, tanto en términos de monto total de ventas como
en número de operaciones. Este patrón indica que, a pesar de la creciente digitalización en
muchos sectores, el efectivo continúa siendo el método preferido para este tipo de
transacciones en el mercado de lubricantes. Mordor Intelligence (2021), destaca que el
segmento automotriz representa la mayor participación por usuario final en el mercado de
lubricantes en México. Este dato sugiere que, a pesar de la creciente digitalización en muchos
sectores, el efectivo continúa siendo el método preferido para este tipo de transacciones en el
mercado de lubricantes.
Aunque las tarjetas representan una mínima fracción de las ventas de lubricantes estas,
muestran una tendencia de crecimiento progresivo, especialmente en 2020.
Figura 2. Consumo en el estado de Sinaloa de Aceites y Lubricantes 2016 – 2020. Preparado
con base en (ENIGH, 2021)
Fuente: Elaboración propia, con base al ENIGH
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La gráfica de barras, que proporciona una visión rápida de la tendencia total, sumando todas
las formas de pago, muestra un estancamiento entre 2016 y 2018: El mercado experimenta un
descenso en los pesos constantes durante este periodo, especialmente en efectivo, donde las
ventas ajustadas por inflación bajan de 41.2 millones de pesos en 2016 a 37.7 millones en
2018. Se refleja una recuperación en 2020, el mercado rebota fuertemente, con un
crecimiento tanto nominal como real. Esto se refleja en un aumento en el volumen físico
vendido, lo que se ve reflejado en el aumento de las operaciones de efectivo y tarjetas de
débito. El informe generado por Mordor Intelligence (2021), destaca que, en 2020, las
restricciones relacionadas con la pandemia de COVID-19 provocaron una disminución de los
requisitos de mantenimiento de varias industrias, siendo el sector automotriz el más afectado
con una caída del 14,3%. Sin embargo, se espera que el mercado rebote fuertemente en los
años posteriores, con un crecimiento proyectado a una tasa compuesta anual del 2,85% entre
2024 y 2026.
Figura 3. Consumo en el estado de Sinaloa de Aceites y Lubricantes 2016 – 2020. Preparado
con base en (ENIGH, 2021)
Fuente: Elaboración propia, con base al ENIGH
La gráfica muestra que los años 2016 vs 2018, ambas barras (pesos corrientes y precios
constantes) se duplican, y la línea de operaciones también aumenta considerablemente, lo que
indica un ciclo expansivo impulsado por un mayor volumen de ventas.
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Por otro lado, los años 2018 vs 2020: Tanto las barras como la línea muestran una caída. Sin
embargo, las ventas reales se mantienen por encima de las de 2016, lo que sugiere un ajuste,
pero no un colapso. El “gap” entre las barras azul y verde se estrecha en 2020, lo que sugiere
que la disminución nominal se debe principalmente a una menor actividad y no a variaciones
en los precios deflactados.
DISCUSIÓN
Los resultados reflejan una variedad de prácticas en la recolección, almacenamiento y
disposición del aceite de motor usado en Los Mochis, con una falta generalizada de
conocimiento sobre el destino final del aceite. Esto es consistente con estudios previos que
indican que los talleres mecánicos, especialmente aquellos en regiones menos reguladas, a
menudo carecen de información sobre las prácticas de reciclaje de residuos (Bellido, 2018;
Manzanarez, 2016). Esta falta de transparencia podría generar problemas de cumplimiento de
normativas medioambientales y una subutilización del potencial reciclable del aceite de
motor usado.
La mayoría de los talleres sigue un comportamiento similar en lo que se refiere al
almacenamiento utilizando contenedores de 200 litros, lo cual es adecuado para el manejo de
grandes volúmenes. Sin embargo, existen algunos talleres utilizan recipientes de menor
capacidad, lo que podría generar un almacenamiento inadecuado o riesgos de contaminación
y complicar el proceso eficiente de recolección de aceite usado.
El precio de venta varía significativamente, lo que indica que el mercado de aceite usado es
altamente flexible y no está completamente estandarizado. El precio podría depender del
volumen, la demanda y la negociación con los compradores, lo que sugiere que un sistema de
precios más transparente y regulado podría beneficiar a todos los involucrados, desde los
talleres hasta las empresas de reciclaje.
El desconocimiento sobre el destino final del aceite también refleja la necesidad de establecer
una mayor transparencia y responsabilidad en la cadena de reciclaje. Según Wassenhove
(2003), la implementación de un sistema de logística inversa bien organizado es esencial para
asegurar que los residuos sean gestionados de manera adecuada y sostenible. En este caso, las
autoridades locales y las empresas de reciclaje deberían trabajar en conjunto con los talleres
para mejorar el proceso de recolección, reciclaje y disposición final del aceite de motor.
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La evolución en el consumo de aceites y lubricantes en México, Sinaloa y Ahome refleja un
comportamiento de mercado marcado por la persistencia del efectivo como método
dominante, pero con una bancarización gradual representada por el aumento en las
transacciones con tarjetas de débito, especialmente en 2020. Este cambio sugiere que, a pesar
de la creciente digitalización en diversos sectores, la adopción de pagos electrónicos en la
compra de lubricantes aún es limitada (Bello, 2019). Sin embargo, la aceleración en la
digitalización podría continuar siendo una tendencia, especialmente en áreas urbanas con una
mayor infraestructura financiera (Gutiérrez & Pérez, 2020).
Los estudios de Pérez & Martínez (2020), evidencian cómo la pandemia forzó a las empresas
a adaptarse a nuevos patrones de consumo, principalmente impulsados por la necesidad de
encontrar métodos más seguros y rápidos de pago.
RECOMENDACIONES
Optimización de la Infraestructura para el Reciclaje: Es imprescindible que las
administraciones locales colaboren estrechamente con los establecimientos mecánicos y las
compañías dedicadas al reciclaje. El objetivo es instaurar un modelo de logística inversa que
facilite una gestión eficaz del aceite de motor usado. La aplicación de normativas claras,
junto con el impulso de incentivos económicos, podría catalizar tanto el reciclaje como la
reutilización de este valioso recurso.
Impulso a la Inclusión Financiera Electrónica: Se aconseja promover activamente el uso de
modalidades de pago digitales, en particular las tarjetas de débito. Esto podría lograrse
mediante el desarrollo de campañas de concienciación y la mejora de la infraestructura
bancaria disponible en los talleres. Tal transición no solo agilizaría las transacciones, sino que
también contribuiría a una mayor transparencia en los flujos financieros.
Capacitación y Sensibilización de los Talleres: Es fundamental implementar programas
educativos dirigidos tanto a los propietarios como al personal de los talleres mecánicos. Estas
iniciativas deben enfocarse en los impactos ambientales adversos del aceite usado y en la
importancia de su correcto reciclaje. Adicionalmente, se debe proporcionar formación
específica sobre la legislación ambiental pertinente y los protocolos adecuados para la
disposición de estos residuos.
Estímulo a la Investigación y Desarrollo en Energías Verdes: Considerando el potencial que
el aceite de motor usado presenta para su transformación en biodiésel u otros combustibles
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ambientalmente amigables, es necesario brindar apoyo a proyectos de investigación que se
centren en el desarrollo de tecnologías más eficientes para convertir este residuo en fuentes
de energía útiles. Asimismo, se debe explorar la viabilidad de establecer alianzas estratégicas
entre los talleres, las empresas recicladoras y las plantas de producción de biodiésel.
CONCLUSIONES
La presente investigación tuvo como propósito analizar la logística inversa, dando énfasis en
los procesos de recolección y disposición del aceite de motor automotriz usado, en el
contexto de los talleres mecánicos de Los Mochis, Sinaloa. Los hallazgos derivados del
exhaustivo análisis de los datos confirman la consecución de este objetivo. Se ha determinado
una ausencia notoria de homogeneidad en las metodologías de recolección y una
heterogeneidad considerable en las prácticas de disposición de este residuo, lo que evidencia
la imperativa necesidad de optimizar su gestión.
El estudio se basó en la hipótesis de que una parte significativa del aceite de motor usado se
recupera y se reutiliza o recicla, pero sin una regulación formal. La evidencia recopilada
apoyó esta proposición, revelando que el 90% de los talleres vende el aceite a terceros sin
supervisar su destino final. Una porción mínima de estos establecimientos lo reutiliza
internamente para engrase o como subproducto sin procesamiento.
Hallazgos Importantes
• Dominio del Efectivo: El efectivo sigue siendo el método de pago predominante,
tanto en volumen de ventas como en número de transacciones, lo que refleja la
persistencia de métodos tradicionales de pago en este sector.
• Crecimiento de las Tarjetas de Débito: Aunque el uso de las tarjetas de débito es
limitado, se observó un crecimiento en las transacciones con tarjetas de débito,
especialmente en 2020, lo que indica una tendencia hacia la bancarización en el
mercado de lubricantes.
• Opacidad en la Cadena de Reciclaje: La investigación revela una significativa
ausencia de conocimiento entre la mayoría de los talleres respecto al destino final del
aceite de motor usado que gestionan. Esta laguna informativa sugiere una carencia de
transparencia a lo largo de la cadena de valor del reciclaje. Dicha situación representa
un reto considerable para asegurar que la disposición de estos residuos se realice de
manera adecuada y conforme a las regulaciones medioambientales vigentes.
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• Evolución en los Mecanismos de Pago: Aunque el uso de dinero en efectivo persiste
como el método de pago predominante, el incremento en la utilización de tarjetas de
débito indica una posible expansión de los sistemas de pago electrónicos en el futuro,
especialmente dentro de las zonas urbanas. Este patrón sugiere un potencial cambio
hacia transacciones más digitalizadas.
• Prácticas de Recuperación y Reutilización: A pesar de que un reducido número de
talleres opta por el reaprovechamiento interno del aceite para funciones de
lubricación, la gran mayoría lo vende a intermediarios sin obtener información sobre
su destino último. Este comportamiento pone en evidencia la carencia de un sistema
de logística inversa robusto y eficientemente implementado.
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Prisma ODS Revista Científica Multidisciplinar
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ANEXO
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© Los autores. Este artículo se publica en Prisma ODS bajo la Licencia Creative Commons Atribución 4.0
Internacional (CC BY 4.0). Esto permite el uso, distribución y reproducción en cualquier medio, incluidos fines
comerciales, siempre que se otorgue la atribución adecuada a los autores y a la fuente original.
: https://doi.org/10.65011/prismaods.v4.i2.119
Cómo citar este artículo (APA 7ª edición):
Pérez Alvarez, G. F. ., Mora Tordecillas, J. E. de J. ., & Pérez Barraza, M. A. . (2025).
Logística de Recolección de Desecho de Aceite Motor en las Empresas de Servicio
Automotriz de los Mochis, Sinaloa. Prisma ODS: Revista Multidisciplinaria Sobre
Desarrollo Sostenible, 4(2), 576-600. https://doi.org/10.65011/prismaods.v4.i2.119
