Prisma ODS Revista Científica Multidisciplinar
Volumen 4, Número 2 - Año 2025
Página | 541
manifiestan dificultades para utilizar las bibliotecas físicas debido a factores como
desplazamientos prolongados, limitaciones de tiempo, insuficiencia o desactualización del
acervo y horarios poco compatibles con sus actividades académicas y laborales (Ríos &
Montiel, 2019). Esta situación genera brechas de acceso que afectan la calidad del
aprendizaje y restringen la capacidad investigativa.
Paralelamente, aunque existe una tendencia creciente al uso cotidiano de herramientas
tecnológicas dentro de la comunidad universitaria, su adopción efectiva depende de
condiciones como la accesibilidad, la calidad de los recursos digitales, la facilidad de
navegación, el soporte técnico, las competencias informacionales de los estudiantes y la
capacitación brindada por docentes y bibliotecarios (López & Hernández, 2022; UNESCO,
2023). Si estas condiciones no se encuentran adecuadamente desarrolladas, las bibliotecas
virtuales —que deberían funcionar como un apoyo académico central— no logran
consolidarse como herramientas eficaces para el acceso al conocimiento y el fortalecimiento
del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En este contexto, surge la necesidad de analizar cómo las bibliotecas virtuales están siendo
implementadas y utilizadas, así como de identificar los factores que favorecen u obstaculizan
su integración en las prácticas educativas. El problema central radica en la brecha existente
entre el potencial formativo de las bibliotecas virtuales y su aprovechamiento real por parte
de los estudiantes, lo cual limita su contribución a la formación profesional y a la
democratización del acceso a la información.
Justificación
La acelerada transformación digital en las instituciones de Educación Superior ha generado
nuevas dinámicas de acceso, gestión y uso del conocimiento, haciendo indispensable la
incorporación de bibliotecas digitales como parte de los servicios académicos fundamentales.
No obstante, diversos estudios señalan que la eficacia de estos sistemas depende no solo de su
disponibilidad tecnológica, sino también de los factores que influyen en su uso por parte de la
comunidad universitaria, tales como competencias informacionales, accesibilidad, percepción
de utilidad, facilidad de uso y acompañamiento institucional (Pinto & Sales, 2020; López &
Hernández, 2022; UNESCO, 2023).
En este sentido, resulta necesario identificar los elementos que determinan el uso adecuado de
la biblioteca digital, con el propósito de comprender las barreras que enfrentan los
estudiantes, docentes y personal académico. Problemas como la falta de capacitación, la