Prisma ODS Revista Científica Multidisciplinar
Volumen 4, Número 2 - Año 2025
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debido al índice de crecimiento económico que presenta el país y el puerto actualmente, en
donde el trabajo es el elemento base para el diseño y organización de la vida social, así, el ser
humano se relaciona con el entorno y responde a sus necesidades y aspiraciones. Algunas de
las formas son al producir, subsistir, intercambiar, distribuir los bienes y servicios, y
configurar relaciones sociales (Barreto, 2001). El trabajo decente constituye el número 8 de
los Objetivos del Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030, en donde señala que
“para conseguir el desarrollo económico sostenible, las sociedades deberán crear las
condiciones necesarias para que las personas accedan a empleos de calidad, estimulando la
economía sin dañar el medio ambiente” (ONU, 2015).
El concepto de trabajo decente nace en 1999 en la 87° conferencia de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) donde por primera vez fue presentada por Juan Somavía la
noción del trabajo decente.
Por su parte Gálvez, et al., (2011) afirman: El trabajo decente busca que los trabajadores
tengan una garantía de ingreso digno para que así se cubran sus necesidades de protección
social, salud, vivienda y educación, así como también que las condiciones del trabajo sean las
adecuadas y se respeten las normas de un buen trabajo al igual que tener un diálogo social.
Poe ende el trabajo decente es aquel que cumpla con todas las demandas que presenta una
familia común en México, que sería el satisfacer vestuario, educación, alimento, pagos de la
vivienda y servicios, así como el estricto cumplimiento de las normas.
Las regiones se han convertido en redes económicas como resultado de los procesos de
integración, donde la competitividad se desarrolla con facilidad gracias al libre acceso y a los
programas de integración que se llevan entre los países, los cuales pretenden ejecutar
procesos de inversión en infraestructura para así generar competitividad en las regiones más
rezagadas en este aspecto (Rodgers, 2002).
El trabajo decente sintetiza las aspiraciones de las personas durante su vida laboral, Significa
la oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad
en el lugar de trabajo y la protección social para las familias, mejores perspectivas de
desarrollo personal e integración social, libertad para que los individuos expresen sus
opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de
oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres (OIT, 2018).
Uno de los propósitos de la OIT es revertir los impactos negativos de la globalización, entre
ellos se pueden enumerar “la efectiva aplicación de normas internacionales del trabajo; el
mejoramiento de las condiciones de empleo e ingresos; la ampliación de la protección social
y el fortalecimiento del diálogo social” (Lanar, 2015). La OIT organizó dos misiones sobre el