Prisma ODS Revista Científica Multidisciplinar
Volumen 4, Número 2 - Año 2025
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Nótese que la viday la cultura de los pueblos originarios conquistados era considerada una
manifestación de perdición por el solo hecho de no contener en ellas al Dios de los
castellanos.
En segundo lugar, se concebía al castellano (al invasor) como un sabedor, al menos de los
temas que serían objeto de evaluación. En estas líneas se evidencia la profunda ignorancia
que pretendían tener sobre la inmensa matriz filosófica cultural que con más de 7000 años de
antigüedad veníamos construyendo. Los inmensos saberes logrados por el período preclásico
u olmeca y clásico tolteca fueron apartados intencionalmente en sus valoraciones. Esto
debido a la necesidad de probar nuestra inferioridad y animalidad para poder sostener teórica
y éticamente su misión genocida, ecocida y epistemicida. La quema de los códices descubre
su temor al saber ancestral al que se estaban enfrentando. Debían eliminar primero nuestra
memoria cultural filosófica para poder cumplir la misión de hacernos creer seres ignorantes y
perversos.
Y es esta una de las primeras experiencias que se pueden vivir y experimentar en los procesos
evaluativos, uno que posee el saber y otro que no lo posee: el que evalúa, el primero; el
evaluado, el segundo. Un saber reconocido como deseable: el saber del que evalúa, y otro
como no deseable o al menos como no reconocido, que sería el saber del evaluado, ya que
todos estaremos de acuerdo que no existe persona humana sin saberes y, por tanto, la
ignorancia y el saber resultan relativos y dependientes de la posición desde la que se la mire.
Debe agregarse que el conquistador establecía qué se evaluaba y, por ende, desde su postura,
los aspectos escogidos de la cultura invasora tomaban prestigio frente a las culturas
sometidas, pues, ha de entenderse, que los contenidos culturales producidos por los pueblos
invadidos no se contemplaban en los contenidos de los exámenes.
A lo anterior debe agregarse que el que construye el examen y lo aplica, lo califica y evalúa
al otro y, como contraparte de la dominación; ese que es evaluado no construye instrumentos,
no aplica nada, ni emite juicios sobre su evaluador. La manipulación es horrible: un ser
humano es oprimido, controlado, educado y evaluado por otro sin que pueda hacer algo al
respecto. Muchas de estas nociones, como se ve, antiquísimas, se mantienen intactas aún hoy
en día en las formas de evaluación escolarizadas que se imponen a las culturas originarias.
Y si todo esto es así, entonces, los invasores, epistemológica y teóricamente, se concebían
superiores, más iluminados de saberes, más civilizados que los invadidos. Debemos
reconocer que, si no todos, una parte de los exámenes que en la actualidad se aplican a los